RESEÑAS
de títulos que os esperan en mis estantes
© Violant Muñoz i Genovés
El Maestro está de vuelta. Andreu Martín regresa con una novela "Lo que sólo les pasa a los demás" con grandes dosis de humor negro, en la que realiza una radiografía a la justicia (o injusticia) a la propia policía y a esta red de mafias que domina cada día más la ciudad de Barcelona. Muestra la Barcelona más oscura, aquella que se intenta mantener oculta, la que no debe mostrarse al público.
Marc Olván es un abogado de oficio en horas bajas, enamoradizo y alcohólico, que no pasa precisamente por un gran momento.
Lidia Pedralba es una madre desesperada porque su hijo está en prisión preventiva, a la espera de juicio, acusado de violar a un niño de cuatro años.
Pedralba necesita un abogado para actuar contra Daniel Trujillo, el juez que ha enviado a la cárcel a su hijo sin ni siquiera escucharlo, a la vez que ha dejado en libertad al jefe del peligroso clan de los Klimovski, que ya hace unas décadas que controla el tráfico de drogas y armas en Barcelona.
Olván será el escogido para llevar a cabo la investigación.
No lo tendrá fácil: en una ciudad que es escenario de la escisión de los partidos independentistas, el tal Trujillo se cree el amo del mundo. Él y sus amigos, como el inspector Regueira, dictan sentencias y órdenes expeditivas y se lo pasan en grande en la discoteca Racket, un local de moda nocturno de Barcelona donde se encuentran encantadoras mujeres y extravagantes personajes.
Olván se implicará a fondo en el caso y será testigo de las idas y venidas de Trujillo con los Klimovski, y de las luchas internas del clan.
Andreu Martín, es un escritor especializado en novela negra y policíaca desde 1979, y comparte sus conocimientos como profesor en el Ateneu de Barcelona.


A Olvido ya nada le parece más evidente que la vejez. Y su soledad. Hace tiempo, demasiado, que su cuerpo se ha llenado de colgajos, ha empezado a deformarse lentamente como el recibidor de su piso, cada vez más frío, húmedo, amenazante. Tanto que Olvido ya no sale de casa ni quiere atender el telefonillo o mirarse en el espejo de la entrada para no tener que atravesar esa estancia de olor acre y paredes de gotelé que se le echan encima. A resguardo en su saloncito, se limita a esperar que el tiempo pase mientras toma café, pinta en su libro para colorear, recita haikus o discute con el gato. Y a la par que espera, intenta hacer memoria.
Recuerda, entonces, que un día sonó el timbre y ella temió que fuera un ladrón pero en la puerta había una chica que venía a cuidar de la casa y de ella. La chica tenía la voz suave y una juventud que parecía ser la cura para su soledad. Y una melena negra, espesa, la piel canela, los ojos, los labios: tan bella, pensó Olvido, que la vejez no sabría por dónde empezar a roer. El ritual se fue repitiendo: sonaba el timbre, la chica entraba, traía comida, ventilaba la casa y cuidaba con ternura a Olvido, que de pronto creía ver a su acompañante por primera vez y después recordaba, o fingía recordar, con algo de dificultad y el deseo abriéndose paso en ella, creciendo en cada roce con ese cuerpo lozano. Y trayendo consigo celos, fantasías, vergüenza y frustración ante tanto apetito no saciado. Olvido recuerda también una discusión, un forcejeo en el recibidor.
Ahora la chica ya no viene. La nevera está vacía, el libro para colorear, completo y la memoria carcomida de Olvido, mezclándolo todo: la chica, una discusión, las manos cubiertas de grasa de su padre, sus muslos de niña también cubiertos de grasa, ella y su madre marchándose lejos de casa, la madre muriendo vieja y senil en una residencia. Sentada a pocos metros de ese recibidor que tanto miedo le da y hace que su soledad sea aún más absoluta, no sabe bien por qué, Olvido espera que las horas pasen o la muerte venga mientras un ejército de hormigas se prepara para escarbar otro hormiguero.
El escritor Ulises Bértolo nos presenta en La Dama del norte, un infierno dominado por hombres. donde ELLA fue la reina indiscutible. Recrea de forma extraordinaria y realista la vida de Ana Garrido, la mujer que lideró el narcotráfico en España. Esta adictiva novela mezcla el ritmo trepidante de los mejores thrillers de acción con la mirada íntima de una vida fuera de lo común.
Ana Garrido quiere volar, aunque no lo tendrá fácil. Nacida en la localidad asturiana de Degaña, es la pequeña de cinco hermanos, ve cómo su padre, minero, casi se deja la vida en el trabajo y su madre es un ama de casa sacrificada. Pero ella quiere dejar de ser una niña pobre de las minas asturianas. Siendo una adolescente, irá a casa de su madrina en Lérida para trabajar en Sederías Catalanas, la tienda más importante de la ciudad. La idea es que se labre un porvenir, acorde con lo que esperaría su familia, pero en aquel lugar conocerá a la reveladora Camile. La esposa del dueño del establecimiento es una francesa cuya visión de la vida influirá fuertemente en Ana, que ya empieza a replantearse el mundo regido por los hombres y a mostrar su ingenio.
Sin embargo, la muerte de su hermano Ino a manos de un Guardia Civil será difícil de asimilar para ella. Perderá la fe en Dios. Comienza a salir con Silverio, con quien se casará pero también la decepcionará hasta extremos inimaginables, llegando al mal trato. Ana logra salir de todo ello, y ahora sí, iniciar un nuevo camino. De la mano de su cuñado y el hachís se introducirá en el narcotráfico.


El 28 de julio se estrenó la versión cinematográfica dirigida por Javier Elorrieta de la novela Delfines de plata, una obra cuya ambientación está inspirada en hechos reales y escrita por el hotelero Félix García Hernán. Amoríos clandestinos, reuniones de negocios ocultas... estos y muchos más, son los secretos que guarda el personal de los hoteles de lujo de todo el mundo.
Hay amores que no entienden de razas ni religiones, clases ni edades. Hay pasiones prohibidas que temen al murmullo y al qué dirán. Y todos se ocultan a los ojos de los demás y hallan su razón de ser en los pasillos y habitaciones de un céntrico hotel de lujo entre cuyas paredes se ocultan anhelos, deseos y secretos. Así, sin quererlo, las muchas vidas que giran en torno al hotel, las públicas y las privadas, las de sus clientes y empleados, las de políticos y artistas, policías y toreros, porteros y camareras, botones, divas y padres de familia, se verán envueltos en una serie de dramáticos sucesos que pondrán en riesgo la estabilidad del país. El comisario de la policía Javier Gallardo tendrá que hacerse cargo de la difícil misión de desarticular la célula terrorista, antes de que se produzca el inminente ataque, aunque para ello se vea obligado a cuestionar las órdenes del recién nombrado ministro del Interior, descubriendo así relaciones secretas en la sombra. Delfines de plata es una novela vertiginosa, adictiva y ajustada al milímetro, que nos quitará el sueño, que no nos soltará hasta que lleguemos a su última página, que habla de pasión, de solidaridad y de entrega y que ha sido adaptada al cine, una película dirigida por Javier Elorrieta y protagonizada por Rodolfo Sancho que recoge a la perfección el audaz ritmo narrativo característico de Félix García Hernán, un autor tan eficaz como siempre sorprendente.
FÉLIX GARCÍA HERNÁN (Madrid, 1955) es licenciado en Derecho, hotelero por vocación y ganador en 2020 del Premio Estandarte.com al autor revelación del año por su debut con Cava dos fosas (2020), finalista al Premio Negra y Mortal a la mejor novela negra en español. También ha publicado Pastores del mal (2021), cuyos derechos audiovisuales han sido adquiridos por Atlantia Media para una próxima producción cinematográfica, y Días sin sol (2022), todas ellas en Alrevés ediciones.
.- Tu cerebro emocional es tu nuevo libro, ¿por qué has escogido este título?
Elegí el título "Tu Cerebro Emocional" porque es lo que trabajo a diario con mis pacientes, alumnos y exalumnos desde que empecé mi carrera como psicóloga sanitaria y teatroterapeuta. Llevo más de diecisiete años dedicándome a la clínica y a la formación de profesionales de la psicología, la educación y el teatro. El cerebro emocional es el gran desconocido y abandonado en nuestra sociedad cartesiana hiperlógica y productiva. Se ha dado mucha importancia a la mente y se han dejado de lado las emociones, como si fueran peligrosas. En realidad, lo más peligroso es no considerarlas, ya que todas las decisiones que tomamos están influidas por nuestras emociones. En este libro hablo de cómo influyen las emociones en nuestras decisiones. Si no tomamos consciencia de nuestras emociones somos como un barco a la deriva.
Quien no conoce sus emociones se deja dominar por ellas y puede tener conductas reactivas peligrosas para sí mismo y la sociedad. Además, inhibir las emociones es como tener una bala perdida en nuestro cuerpo. De hecho, es la causa de trastornos psicológicos, físicos y psicosomáticos. Es lo que veo a diario en mi Centro de Psicología, Sexología y Salud Integral Monia Presta en Barcelona y online.
Hemos crecido con la idea de mantener nuestras emociones a raya, de separar la emoción de la razón, de no dejar que nos superen. Sin embargo, las emociones dirigen nuestra atención, nos motivan, guían el pensamiento e impulsan la acción. En este libro hablo de casos clínicos que he solucionado gracias a entrenar la escucha del cerebro emocional con ejercicios muy prácticos y mi experiencia personal como psicóloga a raíz de una separación y un accidente que me cambiaron la vida. Hice un viaje de transformación y aprendizaje que afianzó todavía más mi trabajo de ayuda a través de la gestión emocional. Pasé por diferentes emociones, las cabalgué y gracias a este viaje de transformación ayudo mejor a mis pacientes a tener vidas felices. Los psicólogos somos humanos y cuando vivimos los desafíos de la vida, dejándonos tocar por ella, y transitamos las emociones, podemos acompañar mejor a los pacientes en el viaje de la salud y el bienestar personal. Y como dice Francesc Miralles en el prólogo: “Este libro es una completa guía para despertar nuestro cerebro emocional, enseñar a encender la Intranet del corazón y conectar con nuestra fuente interior de sabiduría. Con esa brújula, por muy perdidos que nos sentimos, siempre acabaremos llegando a buen puerto.
.- Afirmas que las emociones negativas no existen, ¿cómo percibes emociones como la rabia o la tristeza?
Las emociones no son ni negativas ni positivas. Son adaptativas y nos dan información sobre el entorno y nuestro estado interior. Si las cabalgamos se van rápidamente, como un soplo de viento. Si las inhibimos o las negamos, se generan trastornos psicológicos y físicos. De hecho, las emociones nos avisan si una situación es buena o no, ni siquiera hay que pensar en ellas porque son automáticas. Nos guían hacia nuestro bienestar interior y supervivencia.
Son reacciones muy rápidas que tenemos ante un estímulo externo o interno, que genera una alteración en nuestro organismo. Las emociones son nuestras amigas y tienen un mensaje para nosotros y vienen a informarnos de si una persona o situación si realmente nos conviene o no.
Además, estamos en la sociedad de la prisa donde evitamos el dolor y la consecuencia es que se genera más dolor.
Estamos llenos de distracciones corriendo de aquí y allá, surfeando en las redes sociales. Las personas sufren más porque no se conocen a sí mismas. La vida alterna momentos fáciles y difíciles y parece que no haya tiempo para vivir de verdad, ser y sentir algunas emociones como la tristeza, el miedo o la rabia. No queremos escucharlas y porque algunas generan incomodidad y malestar. Las emociones tienen la función de asegurar nuestra supervivencia, nos motivan y nos informan sobre nuestro estado interior. Son nuestras brújulas.
Cuando ignoramos las emociones, estas dejan de ser adaptativas y se convierten en sentimientos duraderos, que conducen a enfermedades psicológicas como ansiedad, depresión y trastornos psicosomáticos y físicos. Las emociones están presentes en todas nuestras decisiones. Por tanto, es mejor identificarlas, abrazarlas y gestionarlas para vivir mejor, pensar mejor y tomar buenas decisiones.
.- ¿En qué consiste tu Terapia Integradora Estratégica (TIE)?
El método TIE ―la Terapia Integradora Estratégica― es un método que he desarrollado a partir de mi experiencia clínica de casi dos décadas. Ante la pluralidad de enfoques psicológicos, sentí la necesidad de integrarlos para atender las necesidades de las personas que acuden a mi clínica, creando un método que facilita la resolución de problemas de una forma muy práctica, rápida y eficaz. La diferencia con otros enfoques no sólo es la integración de todos los enfoques psicológicos ya existentes, sino también el uso de las arteterapias y la teatroterapia, de la cual me consideran pionera en España. Creé mi método TIE porque creo que no existe un modelo mejor que otro en psicología, sino diferentes tipos de personas con diferentes necesidades y personalidades. Dependiendo del tipo de personalidad y problemática, puede funcionar mejor una orientación u otra. El método TIE ayuda a tener consciencia de nuestras emociones, aprender a gestionarlas, ganar libertad emocional, tener bienestar psicofísico―dejarnos
llevar por la inteligencia de las emociones y del corazón― y ser felices a diario, en cinco sencillos pasos que podéis descubrir en las páginas de "Tu cerebro emocional".
Una poderosa dinastía femenina. Una marca emblema de la elegancia. Una mujer con una fuerza inquebrantable y una creatividad desbordante.
El aplauso de las hadas es la novela de la diseñadora Marta Rota, fundadora de la firma Tot-Hom y la única diseñadora española de alta costura en el panorama actual.
Elegante, desgarradora e intimista: una historia familiar que recoge una complicada infancia, marcada por la pérdida del padre y el emprendimiento de su madre, la reconocida modista Margarita Jovani.
La historia se desarrolla en Barcelona, la ciudad natal de Marta, y retrata a la perfección la sociedad catalana desde los años 50 hasta la actualidad, pasando por todos sus cambios sociales, políticos y económicos.
La novela dibuja la historia de su vida y su trayectoria en el mundo de la moda. “El aplauso de las hadas” es un canto a la belleza y a la luz, elementos que han emocionado y vertebrado la vida y los diseños de la autora, incluso en sus momentos más difíciles.
¿Cómo puedo recordarlo aún tan vívidamente? Cómo las experiencias de infancia pueden marcarnos de una manera atroz para toda la vida? O quizá lo que nos marque sea el contraste, esa amarga sensación del paraíso perdido.
El lector conocerá de primera mano numerosos detalles acerca de Tot-Hom: como surgió el nombre de la firma, la apertura de su primera tienda, la celebración del primer desfile coincidiendo con el décimo sexto cumpleaños de Marta, su despunte en la sociedad catalana en el comienzo de la década de los 70, su aterrizaje en Madrid y cómo cada vez ha ido cogiendo más y más prestigio a nivel nacional.
La novela narra pasajes increíblemente conmovedores como la desbordante creatividad de Marta a la hora de mirar a una mujer y crear pura belleza con sus diseños. Sus primeros encargos para Isabel Preysler o el proceso de creación del vestido que lució la presentadora Cristina Pedroche en las campanadas el pasado año 2019.
Tot-Hom, una marca para todo el mundo, pero centrada en cada persona individualizada, personalizada, exclusiva era yo sola o aquel concepto sonaba fantástico, atractivo y transgresor.
Marta Rota es la narradora y la protagonista de esta novela. Desde el prólogo, el lector se verá arropado por las delicadas palabras de la autora con las que recorre su infancia, su adolescencia y su madurez. Se presenta una poderosa dinastía femenina que con tesón, trabajo duro e ilusión han revolucionado la industria de la moda española.
Delante de cada espejo había una Marta de 4 años arreglándose los lacitos del pelo mientras esperaba a su padre. Encogida en la cama de mi infancia había una marca de 8 años que esperaba que su madre no se olvidase de darle un su beso de buenas noches. Escondida tras los burritos de los portatrajes, una Marta de 12 soñaba con tener el privilegio en un futuro de vestir a todas aquellas mujeres hermosas y elegantes.
Margarita Jovani, madre de Marta, es su puerta de entrada al mundo de la moda desde su taller en la calle Balmes, una joven Marta nos muestra a través de sus ojos el difícil comienzo de su madre como modista, las infinitas horas que pasó en aquel taller, en un momento en el que las madres ejercían. Casi exclusivamente de perfectas señoras de casa.
Jamás supe de dónde sacó mi madre aquel don para ponerle magia a cualquier diseño que caía en sus manos para saber cómo vestir a las personas sin necesidad de tomar las medidas para adivinar lo que alguien deseaba cuando ni siquiera ese alguien lo sabía.
De manera indiscutible, Tot-Hom es el personaje la esencia presente en cada una de las páginas de la novela, haciendo latente la relación tan especial y única de Marta con la firma. El aplauso de la sala recorre sus inicios, su despegue en Barcelona, los primeros desfiles, la evolución de sus colecciones, su aterrizaje en Madrid.
Tot-hom transmitía la fidelidad que había heredado de Margarita Jovani su buen hacer y su estilo sin haberlo pensado siquiera. La marca aglutinaba las mejores cualidades del diseño clásico y los colores lisérgicos y los rompedores esquemas aquellos años.
El comienzo de la novela nos sitúa en la Barcelona de primera mitad del siglo XX con los bisabuelos de la autora, pasando a la Barcelona de los años 50 de la mano de Margarita Jovani, y los primeros diseños de alta costura que se hicieron en nuestro país en aquellos años.
La alta costura era un concepto que nadie ofrecía en la ciudad, salvo Margarita, Barcelona fue de la misma manera, la cuna de Tot-Hom. Donde abrió su primera tienda, se celebró su primer desfile y siempre han estado algunas de sus clientas más importantes.
Pronto toda Barcelona comenzó a desfilar por nuestra escalera como si aquel sencillo portal de la calle Balmes se hubiera convertido en la antesala del Liceo.
Marta viaja a París por primera vez en la década de 1960 al acompañar a su madre en su viaje anual a la capital de la haute couture, algo que se convierte en tradición. Ambas viajan para inspirarse, cargarse de energía y completar sus colecciones con diseños exclusivos para las clientas españolas.
Lloré porque si había tenido dudas sobre mi vocación, acababan de disiparse de inmediato y lloré porque supe que ni yo ni nada nunca podría volver a ser como había sido antes de París.
La firma aterriza en Madrid en el 2001, lo que supuso un nuevo comienzo o nuevos códigos, un nuevo público y numerosos medios de comunicación que desconocía la firma. No obstante, en el 2010 ya se encontraba en la cresta de la ola. El pasado 2019 vistió a Cristina Pedroche para las campanadas de fin de año.
Madrid se me abría Madrid confiaba en mi talento. Madrid valoraba la exclusividad y me obligaba a crear para realidades que nunca había contemplado. Actores, presentadoras, celebrities, gente que podía dimensionar mi marca hasta extremos insospechados.
Marta Rota se crió entre los tejidos de la tienda que regentaba su madre en la Barcelona de la década de 1950 y los grandes desfiles de Milán y París. El Mundo de la alta costura le fascinó de tal modo que siendo aún una niña, creó su marca Tot-Hom. Más de medio siglo después, continúa al frente de una firma que ha elaborado más de 40000 vestidos exclusivos y ha rediseñado en los sueños, actrices, cantantes y celebrities sin perder ni el encanto de la elaboración artesanal. Y, por supuesto, la emoción.
Mis propias manos eran capaces de producir magia. De llevar a la tela una idea, de mirar a una mujer y ver claramente los colores y formas que podían resaltarla. Eso es lo que yo quería hacer, crear belleza.
En el principio fue el vértigo. Marta lo recordaba perfectamente, aunque todos le decían que den posible porque era muy pequeña. Ella se veía a sí misma, alta gigante, sobresaliendo por encima de las cabezas de los adultos, segura casi vencedora a los hombros de su padre. Aún no tenía edad de leer cuentos de princesas, pero con el tiempo sabría que así fue como se sintió, como la reina que enfrentará una batalla desde la calidez y la seguridad de su montura.
Hoy el cielo se cubrió levemente y comenzó a nevar muy muy despacio. Ella fue la primera que lo notó desde su nueva altura. Palmeó encantada sacó la lengua para saborear un copo perdido que se había aprendido en su bufanda y afirmó convencida, nieva. Una sola palabra, pero todos miraron entonces hacia arriba y ella sintió que aquella altura que aquella posición que aquella seguridad le otorga un poder enorme. Como el de aquellos cuentos que aún no había empezado a leer.
Luego fue la felicidad.
También con el tiempo sabría que otros lo llaman adrenalina. Y entonces ni siquiera habría sabido deletrear ninguna de las dos palabras, pero conocía perfectamente su significado. Felicidad era aquello bajar a velocidad de vértigo, las pendientes blancas y heladas a hombros de su padre era escuchar el roce de los esquíes rasgando el hielo. Era sentir la nieve arrancada en cada giro, volar por encima de su rostro. Mamá había protestado diciendo que era peligroso, que podía dejarla caer, pero papá había conjurado aquellas quejas con una risa y un beso y había emprendido aquel descenso con su niña a hombros y ella se sintió querida, adorada, tan especial que decidió atesorar aquel recuerdo en un rincón de su mente para poder volver a él siempre en los momentos de desánimo pegada al cuerpo de su padre, notaba cada uno de los movimientos como si formara parte de él. Como si los dos estuvieran conquistando aquel paisaje hostil, helado y bellísimo.
Cuando el descenso acabó, su padre tenía chispas de diversión en los ojos, como cuando en casa contaba el éxito de una venta o como cuando miraba los ojos de mamá. Tenía también copos de nieve perfectas de las pestañas y los labios tan cortados del frío y del viento que ella pensó que debían de dolerle mucho, pero quizá no fuese tanto porque ello no le impedirá sonreír. ¡Lo hemos conseguido! ¿Lo ves mi niña? Aunque todos nos decían que era una locura, nosotros lo hemos conseguido. Juntos.
Y ella sintió una comunión especial, parte de un comando secreto y poderoso. Luego vendrá lo demás, las cosas a las que nadie debería enfrentarse. Mucho menos de niña. la muerte. La soledad. Las deudas. La precariedad Las decisiones complejas. Hubo que despedirse de cosas, pero sobre todo de él y casi de mamá, porque la mamá que habían compartido, también parecía haber desaparecido para siempre.